¿Por qué con tanta comida light engordamos tanto?
A veces comes o incluso engulles emocionalmente, luego te sientes fatal y te prometes que mañana no lo vas a volver a hacer, pero en un par de días ante cualquier cosa que te fastidia el día vuelves a no poder resistirte y otra vez te encuentras cometiendo ese pequeño pecado. ¡Y lo peor de todo es que has hecho casi todos los días de la semana una dieta restrictiva para comprobar que la siguiente semana pesas aún más! No es justo.
Puede que aunque hayas cambiado tu estilo de vida sedentario, no consigas bajar ni un gramo en la dichosa báscula y encima sabes que con los años casi todas las personas suben de peso lentamente, tras las navidades, la semana santa o las vacaciones.
Quizás todo lo haces bien hasta que empiezas a picar, aquí y allá, no puedes parar de hacerlo una vez has comenzado, esto pasa solo cuando sales, en la soledad de la casa, con los pensamientos que te fastidian la vida o tras haber discutido con alguien que sí te importa a ti. ¡Bah, mañana salgo a andar y lo quemo todo! Pero no, no es así. ¡Hasta has dejado de desayunar y/o cenar para comprobar que ni así bajas un solo gramo! Una vez has cogido el peso no se va, encima no te quieres mirar mucho al espejo y te da rabia ir a comprar, la dependienta tiene buen tipo y tú alguna vez estuviste así, como ella, pero ahora usas más tallas de la cuenta. Además, el peso suele ir a los peores sitios de tu cuerpo dando unas formas que detestas y te ponen enferma.
Ahora mismo ya no quieres ni leer más este texto por el asco y la frustración que el mismo te produce. Bien, tanto la emoción y la sensación aquí descritas son más comunes en nuestra cultura occidental de lo que habrías jamás llegado a imaginar. Existen sentimientos creados por ti que te amargan la existencia y aún no sabes cómo gestionarlos.
Por todo esto, analizando tu estilo de vida y basándome en tu biografía personal podría darle un giro a esta esfera de tu vida. La vida no está hecha para estar siempre amargada y saltar a la mínima, aunque te esfuerces tanto en disimularlo que casi nadie lo sabe ni lo nota. Dar ese primer paso ya es más de la mitad del camino a recorrer en el resto de tu vida con dignidad y voluntad. Tanto tu autoestima como tu voluntad están implicadas en el proceso de cambio que podrías empezar a llevar a cabo esta misma semana. Ahora depende de ti, compañera de viaje.
Ponte en contacto conmigo para dar ese primer paso del resto de tu vida.